.. y así, cada parte de nuestro arte, parte de Marte.

jueves, 6 de junio de 2013

Crear para aprender, no aprender para crear. (T5)


 
“¿Cómo reaccionarán sus padres al verlos empapados? ¿Les echarán la bronca y les castigarán; o les dirán ¡qué bien hijo mío que te has divertido tanto! Y les darán un beso?” (Pedro Castro, fotógrafo y cineasta).

Este texto, acompañado de las 4 imágenes que describen lo que el fotógrafo presenció, me impactó y transportó a las clases de Arte y Expresión Plástica que hemos tenido a lo largo del curso. Y es que, cuando aprendes algo te das cuenta de que lo ves y los buscas en todas partes. Las redes sociales han sido un recurso muy utilizado en la realización de este portafolio, por eso decidí hablar de esta pequeña reflexión (sin llegar a serlo) del fotógrafo Pedro Castro, en esta última entrada en la que me voy a dedicar reflexionar sobre el PROCESO DE APRENDIZAJE.

Leyendo las palabras que acompañan las fotografías de los niños colombianos jugando en los charcos, me entristece pensar que de las opciones que se plantea Castro, sucedió la de “les echarán la bronca y los castigarán”. Aunque prefiero pensar que esos padres vieron la felicidad con la que sus hijos llegaron a casa, tras la tarde de juegos en el charco, y me quedo con que les escucharon, al menos 5 minutos, de la explicación, provocando así una sonrisa en el rostro de sus padres. Y es que, el aprendizaje es un proceso, no un resultado final. De ahí la importancia de conocer y de estar con los niños cuando crean, cuando investigan, cuando construyen sus conocimientos, porque realmente lo importante y lo fascinante del aprendizaje es el cómo.

Tecleo en internet la palabra PROCESO y aparecen flechas, esquemas y mapas conceptuales, lo que me indica que es una evolución direccional, algo con un principio para llegar a un fin. Entro en algunas páginas de información que me afirman que un proceso es “un conjunto de actividades coordinadas u organizadas, realizadas de manera alternativa o simultánea, para lograr un fin”. Recalcan la idea de organización, de la cual solemos partir a la hora de empezar a hacer algo, pero que casi siempre se desmorona, gracias a la improvisación, la influencia de variables externas, opiniones que hacen cambiar el curso de las cosas o simplemente a la espontaneidad. Un proceso es todo aquello que influye en la realización de un fin, es abierto y consta de una evolución en espiral. Se puede encaminar hacia lo nuevo, retomar cosas ya vistas, modificar, cambiar, probar, mejorar… En sí mismo constituye una creación de aprendizajes.

La importancia del proceso viene dada desde la condición de que el resultado no refleja todo el aprendizaje. A veces, no refleja ni siquiera aprendizaje. Es tan importante comprender, observar y trabajar con los alumnos que el proceso debe ser nuestra guía dentro del aula, el camino, las acciones y las ideas que surgen durante todo el tiempo en el que estamos en la escuela es quien marca lo que aprendemos, y la manera en la que lo hacemos. Por ello, es vital construir un trabajo dividido en fases, en tiempos y en espacios, en los que el alumno avance y mejore en su desarrollo integral. Estas fases no se cumplen siempre, en cambio son muy importantes para obtener un buen resultado (entendido “resultado” no como una conclusión final del trabajo, sino como un aprendizaje significativo). Todo profesional realiza su trabajo siguiendo unos pasos. En el ámbito de las artes plásticas se realizan primero bocetos, maquetas, prototipos, modelos de prueba, se hacen modificaciones, se adelanta y se vuelve al principio, se utilizan técnicas de creatividad (Brainstorming, SCAMPER…); aunque es cierto que en ocasiones el resultado se da sin fases. Por ejemplo: “dibuja una casa”, si se realiza y se presenta el primer dibujo, el resultado no ha constado de fases, no es un proceso. Si se realizan varios bocetos, con intentos de mejora y se presenta un dibujo final, es un proceso. Y es que, existen grados de producción. Al realizar una obra artística (pintura, escultura, música, danza…) se puede hablar de matices en la forma de su creación

Espontánea (1), sin demanda, el niño hace lo que quiere, sale de él. No es libertad pura, puesto que (como he hablado en temas anteriores (T3: Corazón y Cerebro: sentimiento y conocimiento) )la sociedad del estereotipo y la cultura que marca nuestro desarrollo y crecimiento influye de manera indirecta, lo que nos impide desarrollar una total libertad.

Inducida (2), el profesor actúa como guía, pero sin dar pautas concretas, realiza una propuesta de forma directa, por ejemplo: “dibujad una casa”, y cada niño la dibuja de la forma que prefiere; o de forma indirecta: les da un folio para que pinte en él.

Dirigida (3), el niño sigue las instrucciones que da el maestro o el libro de texto, la ficha… Un ejemplo muy acorde a esta forma de producción es la típica actividad de dibujar un monstruo con 5 patas, 2 narices, 4 ojos, etc.

Estos grados de producción son solo formas de hablar,  no es necesario clasificarlos, y el maestro los utilizará según la actividad que realice con los alumnos. Se entremezclan a lo largo del día. Lo que es realmente importante es proponer y dar opciones, utilizar diversos métodos y buscar el aprendizaje de los niños en la elección de las diversas posibilidades que nos ofrece el mundo, sus recursos y la multitud de información de la que disponemos y de la que hay que aprender a extraer aquello útil para nuestra formación. Por eso, es fundamental abordar el conocimiento desde una perspectiva procesual, como hace la mayoría de los artistas, por ejemplo Monet experimentaba con la luz, pintaba la misma imagen de una fachada de una catedral a diferentes horas y días, jugando con las distintas luces que la iluminaban y cambiaban su apariencia. El proceso de toda actividad es diferente en cada momento, en la individualidad de cada niño, en la cooperación del grupo, en el espacio en el que se realice, depende de múltiples factores externos que varían y hay que tener en cuenta. Por eso no hay que “jugárselo todo al resultado”, como si se tratara de un examen final. La importancia que se le dé al proceso en Educación Infantil puede marcar el desarrollo y las actitudes de los niños. Hay que tener en cuenta sus características y su ritmo de aprendizaje. Es necesario valorar el proceso para valorar el resultado.

Esa importancia y dedicación que se le otorga al resultado en la escuela, con la presentación de trabajos finales en encuadernaciones de todas las fichas y dibujos realizados, con el simple objetivo, muchas veces, de mostrar a los padres que sus hijos han “hecho cosas bonitas”, impide comprender y conocer el aprendizaje real de los alumnos. La forma en la que se ha trabajado, cómo han creado y modificado y construido todos esos saberes se engloban en los distintos métodos de creación utilizados. Podemos definirlos como RECURSOS DE PRODUCCIÓN, los cuales se desarrollan durante la realización de las acciones. En clase vimos algunos vídeos en los que podíamos ver cómo se lleva a cabo un proceso de aprendizaje en el aula. El primero de ellos, era una visita a un museo, en el cual adquiere un valor importante el guía de éste, ya que su papel se adecua a la perfección a las necesidades de los niños. Les pregunta y consigue que ellos sean quienes van extrayendo la información que dan las distintas obras de arte, van mezclando los conocimientos previos y las experiencias que poseen con los nuevos datos, para crear conclusiones y reflexiones. Después vimos cómo un trabajo de creación plástica se llevó a cabo mediante un proceso de preparación de una exposición. Ésta consistía en colocar y mostrar los resultados de cada obra, con una explicación oral del trabajo realizado; aunque nos llamó la atención que había un rincón en el que exponían el proceso de creación. En este caso, la maestra inducía y dirigía dependiendo de lo que buscaba, e incluso manipulaba hacia dónde quería llegar, en algunos casos. Les ofrecía posibilidades que se adecuaban a sus intereses y presentaba una actitud invasiva, intervenía sin dar tiempo a los alumnos. La concepción del tiempo en E. I. es muy importante, hay que saber esperar y dar tiempo al pensamiento y a la creación y producción de saberes, los niños tienen un ritmo de aprendizaje y de asimilación, y por ello es fundamental saber crear un ambiente adecuado a cada momento, sobre todo a la hora de crear discurso. Los alumnos se sienten presionados ante un auditorio que les escucha con atención (aunque únicamente sean sus 24 compañeros). Por ello hay que ofrecer la oportunidad de hablar, de dialogar y de expresarse, en varias ocasiones. Lo que me vuelve a llevar al trabajo por proyectos, que nos regala múltiples ocasiones de comunicar, de opinar, de interpretar y de expresarse.


Todos estos recursos de producción adquieren importancia al dársela también al sujeto. No a la imagen en concreto, sino al niño que se enreda con ésta. Es aquí cuando “lo que hacemos” y “quién lo hace” establecen una relación recíproca y simultánea. Se toma conciencia del proceso, de desarrolla y se interioriza el aprendizaje. Se inicia el PROCESO COMO INTERPRETACIÓN. Para ello es necesario desarrollar algunos recursos, esta vez no para la producción de una obra de arte, sino para la interpretación de esta. Los niños crean y dibujan, pero en la escuela se tiene como válida la idea de que “la plástica es un recurso para”, para desarrollar habilidades motrices (que también son muy importantes), para aprender conocimientos, como vocabulario, mediante imágenes, para (la más triste y quizá con mayor probabilidad de consideración de todas), para entretener y llenar el tiempo. Por este motivo, en muchas ocasiones, las producciones plásticas en las escuelas no se interpretan y dejan escapar los aprendizajes que podrían haberse adquirido y desarrollado. Por ello, el Tate Gallery de Londres, nos aporta una técnica de interpretación del arte, basada en primer lugar en su principio pedagógico: “El sistema del Moma”. Consiste en recibir en un primer contacto aquello que se ve, observar y mirar, para luego reflexionar sobre lo que sugiere la obra artística. Da unas pautas de interpretación para equilibrar y buscar caminos distintos que condicionen positivamente a los niños, mediante un proceso de investigación y elaboración. De esta forma se crean nuevas herramientas para un aprendizaje significativo. “La mejor interpretación es aquella que mas contribuye al enriquecimiento de la personalidad de cada uno”. La interpretación se constituye con el choque entre la intención del autor y la intención del lector. Es un proceso de aprendizaje y reflexión personal.

El Tate Gallery presenta una metodología concebida en cuatro marcos. Estos se refieren a unos enfoques diseñados para fomentar la práctica de la investigación, en la cual la discusión, el debate y la opinión de cada persona son igual de significantes. Se utilizan para colocar ideas en cada uno de ellos, las cuales se moverán entre categorías, con el fin de provocar discusiones de valor. Los marcos son los siguientes:

Mirar desde lo personal, responde a la pregunta ¿qué aporto? Lleno de aspectos propios, de lo que se observa y se encuentra uno al mirar al interactuar con la obra de arte, da lugar a muchos temas para explorar.

Analizando el tema, ¿sobre qué trata? Es el marco informativo, la biografía, la época, el tema, la forma y la técnica.

Mirando el objeto, ¿qué es lo que puedo ver? Aspectos formales (luz, forma, materias, procesos…)

Analizando el contexto, donde se incluye todo lo relacionando con la obra de arte y el mundo: dónde, quién, cuándo, por qué, etc. 

Los “Modos de mirar” como se titula el texto trabajado, define a la perfección en qué consiste esta técnica, es centrarse en algo concreto desde una perspectiva, pero sin olvidar el resto de información, enlazándola y creando una mirada personal y crítica. Podemos utilizar estas técnicas en el aula para analizar e interpretar no sólo las obras artísticas (trabajadas o creada por los niños), sino todo el proceso de su creación.

En relación a los textos trabajados a lo largo de todo este período de tiempo, observo gran relación entre los procesos de aprendizaje y los proyectos llevados a cabo por Mercè y Marisol. En esos proyectos, las maestras impregnaban su pedagogía, su forma de ver la educación, su idea de infancia (tan repetida ya a lo largo de cada uno de los temas), de “los niños son capaces y construyen sus aprendizajes, siendo necesaria una intervención del adulto que les proporcione vías y posibilidades”. Estas maestras que ya trabajan de esta forma tan dispar a como se concibe la Educación Infantil en las escuelas actuales (que poco a poco va cambiando y estoy segura de que irá evolucionando con nuevos maestros), son un ejemplo a seguir, puesto que basaban su trabajo en un proyecto a torno a varios temas, con distintos caminos, tiempos y espacios; siempre teniendo en cuenta el proceso que realizaban los niños, el proceso de enseñanza-aprendizaje que es la educación.

 
A partir de esta conexión de conocimientos y de informaciones, es preciso hablar de un elemento fundamental en la educación, y es el que para conseguir una educación de calidad es fundamental formar alumnos en valores, sin miedo a la equivocación y con una mente abierta y creativa. La CREATIVIDAD está ligada a la fantasía, a la imaginación, pero son conceptos diferentes, este tema me transporta a un trabajo que realizamos en la asignatura de Organización de la Escuela Infantil, con el que demostramos que un síntoma de la escasa creatividad en los niños de hoy en día, es el exceso de juguetes y materiales que “te lo dan todo hecho”, dictado por la sociedad del consumismo en la que nos encontramos. El problema es que en la sociedad ¿Qué se entiende por creatividad? ¿Cómo se cree que se está trabajando esta faceta en las escuelas? ¿Realmente desarrollan la creatividad de los alumnos esas actividades? Tres chicas de 4º de primaria del C.R.A. Alto Ara en Torla, nos cuentan lo que saben…
 



“Somos poco creativas” (Karmen, 8 años). Tras una tarde de juegos, vídeos, explicaciones y diálogos con estas tres chicas, esa es la conclusión a la que llegaron. Entendieron que hacer un trabajo con creatividad es hacerlo diferente a cómo lo harían de normal (Ej. Una camiseta con purpurina)… aunque les costaba pensar e idear un nuevo modelo de camiseta, quizá por la cámara, por el momento, por la escasez de información… pero lo importante es por la falta de mecanismos para desarrollar esa creatividad. Mediante la utilización de técnicas (y con más tiempo) podrían haber diseñado una camiseta llena de creatividad. En cuanto a la forma de “trabajar la creatividad en la escuela” (entrecomillado porque es lo que creen que trabajan), hoy en día se dedican al reciclaje, la reutilización, y el uso de elementos naturales y de bajo coste (gran opción para trabajar valores, ampliar el repertorio de materiales…), sin embargo, no se trabaja puramente la creatividad, puesto que realizan pulseras y objetos, tratando de que parezcan “más bonitos” (la idea de la belleza también está determinada e influenciada por la cultura, al igual de lo que está bien y lo que está mal). En esta escuela utilizan cápsulas de Nespresso® en la asignatura de Plástica en E. P., lo dicen al unísono dándome a entender (por lo menos a mí) que es una asignatura para eso, para hacer manualidades y dibujar. Tras el análisis de la primera parte del vídeo, me viene a la mente la pregunta ¿Cuál es la causa de la falta de creatividad? ¿Cómo podemos cambiar la forma de trabajarla, para conseguir un desarrollo real hacia la creatividad en los niños?

La falta de información y conocimiento puede ser en las escuelas, pero también influye la concepción de la sociedad y en especial de los padres. Como decía Willy Wonka en el famoso libro Charlie y la fábrica de chocolate, “El concepto de padres. Están siempre diciendo qué hacer o no hacer, y eso no es favorable para una atmósfera creativa”. Es cierto, pero echando por tierra el mito de “la creatividad y la imaginación se trabaja de manera libre, con dibujo libre”, tampoco de esta forma se desarrolla la creatividad de los niños. La crítica a la influencia cultural y social es una repetición en todo este blog, partiendo de la exposición directa e indirecta a gráficos e imágenes estereotipadas, lo que hace que el niño busque en su repertorio de imágenes y en su cultura visual y las reproduzca de manera similar. Además de la actitud de los padres ante el desconocimiento de pedagogía (lógica en parte, puesto que no son profesionales, aunque también son los primeros educadores de sus hijos); hay que tener en cuenta que no es la única causa de la falta de creatividad. Por lo tanto, es necesario contar con que la creatividad no se desarrolla en un ambiente libre (puesto que éste no existe), y conocer y aplicar algunas técnicas de creatividad es bueno para el desarrollo de ésta.

Existen por ejemplo:

CREATES (1): Técnica a partir de una serie de preguntas o ideas para investigar. Las preguntas más generales forman el acrónimo "CREATES". C de Combinar; R de Redistribuir o Revisar; E de Exagerar; A de Adaptar; T de Transformar; E de Eliminar; S de Sustituir.

SCMAPER (2): Similar a la anterior. Es una técnica que sigue la estrategia del Think FLow. En este caso siguiendo el acrónimo SCAMPER se trata de S: Sustituir; C: Combinar; A: Adaptar; M: Modificar; P: Proponer para otros usos; E: Eliminar; R: Reordenar).

Lluvia de Ideas (Brainstorming) (3): es una de las técnicas más conocidas y menos usadas eficientemente. Osborn fue el desarrollador de esta técnica. Su uso, en sus inicios, estaba orientado a la búsqueda de ideas novedosas en áreas de la publicidad. El procedimiento generalmente consta de cuatro fases: 1. El grupo aporta ideas sin considerar si son o no viables, buenas, pertinentes, etc. El facilitado incita a los participantes a dar ideas anotando todas las aportaciones. No está permitida ninguna forma de crítica. 2. El grupo se divide en equipos que clasifican y organizan las ideas. 3. Los equipos evalúan la organización y clasificación de las ideas, aportando sugerencias para la mejora. 4. En una sesión plenaria se consideran las ideas creativas y sus posibilidades de implementación.

La aplicación de estas técnicas en la creación de cualquier proyecto, propuesta o actividad, será beneficiosa para el desarrollo cognitivo, reflexivo y creativo del niño. Porque crear una ATMÓSFERA CREATIVA es necesario para el desarrollo integral. Debemos buscar nuevas y mejores maneras de formar a nuestros alumnos. Debemos encontrar métodos creativos  para satisfacer sus necesidades. Utilizar estrategias innovadoras para lograr hacer más con menos.

Pensar, repensar, arriesgar, proponer, idear, modificar, cambiar, sustituir, mejorar, combinar, actuar DE FORMA ORIGINAL Y DIFERENTE para CREAR. ACTUAR PARA CREAR.
 

 “Ser creativo es hacer emerger algo que no estaba”

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