“¿Cómo reaccionarán sus padres al verlos empapados? ¿Les echarán la
bronca y les castigarán; o les dirán ¡qué bien hijo mío que te has divertido
tanto! Y les darán un beso?” (Pedro Castro, fotógrafo y cineasta).
Este texto, acompañado de las 4
imágenes que describen lo que el fotógrafo presenció, me impactó y transportó a
las clases de Arte y Expresión Plástica que hemos tenido a lo largo del curso.
Y es que, cuando aprendes algo te das cuenta de que lo ves y los buscas en todas
partes. Las redes sociales han sido un recurso muy utilizado en la realización
de este portafolio, por eso decidí hablar de esta pequeña reflexión (sin llegar
a serlo) del fotógrafo Pedro Castro, en esta última entrada en la que me voy a
dedicar reflexionar sobre el PROCESO DE APRENDIZAJE.
Leyendo las palabras que
acompañan las fotografías de los niños colombianos jugando en los charcos, me
entristece pensar que de las opciones que se plantea Castro, sucedió la de “les
echarán la bronca y los castigarán”. Aunque prefiero pensar que esos padres vieron
la felicidad con la que sus hijos llegaron a casa, tras la tarde de juegos en
el charco, y me quedo con que les escucharon, al menos 5 minutos, de la
explicación, provocando así una sonrisa en el rostro de sus padres. Y es que, el
aprendizaje es un proceso, no un resultado final. De ahí la
importancia de conocer y de estar con los niños cuando crean, cuando
investigan, cuando construyen sus conocimientos, porque realmente lo importante
y lo fascinante del aprendizaje es el cómo.
Tecleo en internet la palabra
PROCESO y aparecen flechas, esquemas y mapas conceptuales, lo que me indica que
es una evolución direccional, algo con un principio para llegar a un fin. Entro
en algunas páginas de información que me afirman que un proceso es “un conjunto
de actividades coordinadas u organizadas, realizadas de manera alternativa o
simultánea, para lograr un fin”. Recalcan la idea de organización, de la cual
solemos partir a la hora de empezar a hacer algo, pero que casi siempre se
desmorona, gracias a la improvisación, la influencia de variables externas,
opiniones que hacen cambiar el curso de las cosas o simplemente a la
espontaneidad. Un proceso es todo aquello que
influye en la realización de un fin, es abierto y consta de una evolución en
espiral. Se puede encaminar hacia lo nuevo, retomar cosas ya vistas,
modificar, cambiar, probar, mejorar… En sí mismo constituye una creación de
aprendizajes.
La importancia del proceso viene
dada desde la condición de que el resultado no refleja todo el aprendizaje. A
veces, no refleja ni siquiera aprendizaje. Es tan importante comprender,
observar y trabajar con los alumnos que el proceso debe ser nuestra guía dentro
del aula, el camino, las acciones y las ideas que surgen durante todo el tiempo
en el que estamos en la escuela es quien marca lo que aprendemos, y la manera
en la que lo hacemos. Por ello, es vital construir un trabajo dividido en
fases, en tiempos y en espacios, en los que el alumno avance y mejore en su
desarrollo integral. Estas fases no se cumplen siempre, en cambio son muy
importantes para obtener un buen resultado (entendido “resultado” no como una
conclusión final del trabajo, sino como un aprendizaje significativo). Todo
profesional realiza su trabajo siguiendo unos pasos. En el ámbito de las artes
plásticas se realizan primero bocetos, maquetas, prototipos, modelos de prueba,
se hacen modificaciones, se adelanta y se vuelve al principio, se utilizan
técnicas de creatividad (Brainstorming,
SCAMPER…); aunque es cierto que en ocasiones el resultado se da sin fases.
Por ejemplo: “dibuja una casa”, si se realiza y se presenta el primer dibujo,
el resultado no ha constado de fases, no es un proceso. Si se realizan varios
bocetos, con intentos de mejora y se presenta un dibujo final, es un proceso. Y
es que, existen grados de producción. Al realizar una obra artística (pintura,
escultura, música, danza…) se puede hablar de matices en la forma de su
creación
Espontánea (1), sin demanda, el niño hace lo que quiere,
sale de él. No es libertad pura, puesto que (como he hablado en temas
anteriores (T3: Corazón y Cerebro: sentimiento y conocimiento) )la sociedad del estereotipo y la cultura que marca nuestro
desarrollo y crecimiento influye de manera indirecta, lo que nos impide
desarrollar una total libertad.
Inducida (2), el profesor actúa
como guía, pero sin dar pautas concretas, realiza una propuesta de forma
directa, por ejemplo: “dibujad una casa”, y cada niño la dibuja de la forma que
prefiere; o de forma indirecta: les da un folio para que pinte en él.
Dirigida (3), el niño sigue las
instrucciones que da el maestro o el libro de texto, la ficha… Un ejemplo muy
acorde a esta forma de producción es la típica actividad de dibujar un monstruo
con 5 patas, 2 narices, 4 ojos, etc.
Estos grados de producción son
solo formas de hablar, no es necesario
clasificarlos, y el maestro los utilizará según la actividad que realice con
los alumnos. Se entremezclan a lo largo del día. Lo que es realmente importante
es proponer y dar opciones, utilizar diversos métodos y buscar el aprendizaje
de los niños en la elección de las diversas posibilidades que nos ofrece el
mundo, sus recursos y la multitud de información de la que disponemos y de la
que hay que aprender a extraer aquello útil para nuestra formación. Por eso, es
fundamental abordar el conocimiento desde una perspectiva procesual, como hace
la mayoría de los artistas, por ejemplo Monet experimentaba con la luz, pintaba
la misma imagen de una fachada de una catedral a diferentes horas y días,
jugando con las distintas luces que la iluminaban y cambiaban su apariencia. El
proceso de toda actividad es diferente en cada momento, en la individualidad de
cada niño, en la cooperación del grupo, en el espacio en el que se realice,
depende de múltiples factores externos que varían y hay que tener en cuenta. Por eso no hay que “jugárselo todo al resultado”, como
si se tratara de un examen final. La importancia que se le dé al proceso en
Educación Infantil puede marcar el desarrollo y las actitudes de los niños. Hay
que tener en cuenta sus características y su ritmo de aprendizaje. Es necesario valorar el proceso para
valorar el resultado.
Esa importancia y dedicación que
se le otorga al resultado en la escuela, con la presentación de trabajos
finales en encuadernaciones de todas las fichas y dibujos realizados, con el
simple objetivo, muchas veces, de mostrar a los padres que sus hijos han “hecho
cosas bonitas”, impide comprender y conocer el aprendizaje real de los alumnos.
La forma en la que se ha trabajado, cómo han creado y modificado y construido
todos esos saberes se engloban en los distintos métodos de creación utilizados.
Podemos definirlos como RECURSOS DE
PRODUCCIÓN, los cuales se desarrollan durante la realización de las
acciones. En clase vimos algunos vídeos en los que podíamos ver cómo se lleva a
cabo un proceso de aprendizaje en el aula. El primero de ellos, era una visita
a un museo, en el cual adquiere un valor importante el guía de éste, ya que su
papel se adecua a la perfección a las necesidades de los niños. Les pregunta y consigue
que ellos sean quienes van extrayendo la información que dan las distintas obras
de arte, van mezclando los conocimientos previos y las experiencias que poseen
con los nuevos datos, para crear conclusiones y reflexiones. Después vimos cómo
un trabajo de creación plástica se llevó a cabo mediante un proceso de
preparación de una exposición. Ésta consistía en colocar y mostrar los
resultados de cada obra, con una explicación oral del trabajo realizado; aunque
nos llamó la atención que había un rincón en el que exponían el proceso de
creación. En este caso, la maestra inducía y dirigía dependiendo de lo que
buscaba, e incluso manipulaba hacia dónde quería llegar, en algunos casos. Les
ofrecía posibilidades que se adecuaban a sus intereses y presentaba una actitud
invasiva, intervenía sin dar tiempo a los alumnos. La concepción del tiempo en
E. I. es muy importante, hay que saber esperar y dar tiempo al pensamiento y a
la creación y producción de saberes, los niños tienen un ritmo de aprendizaje y
de asimilación, y por ello es fundamental saber crear un ambiente adecuado a
cada momento, sobre todo a la hora de crear discurso. Los alumnos se sienten
presionados ante un auditorio que les escucha con atención (aunque únicamente
sean sus 24 compañeros). Por ello hay que ofrecer la oportunidad de hablar, de
dialogar y de expresarse, en varias ocasiones. Lo que me vuelve a llevar al
trabajo por proyectos, que nos regala múltiples ocasiones de comunicar, de
opinar, de interpretar y de expresarse.
Todos estos recursos de
producción adquieren importancia al dársela también al sujeto. No a la imagen
en concreto, sino al niño que se enreda con ésta. Es aquí cuando “lo que
hacemos” y “quién lo hace” establecen una relación recíproca y simultánea. Se
toma conciencia del proceso, de desarrolla y se interioriza el aprendizaje. Se
inicia el PROCESO COMO INTERPRETACIÓN. Para
ello es necesario desarrollar algunos recursos, esta vez no para la producción
de una obra de arte, sino para la interpretación de esta. Los niños crean y
dibujan, pero en la escuela se tiene como válida la idea de que “la plástica es
un recurso para”, para desarrollar habilidades motrices (que también son muy
importantes), para aprender conocimientos, como vocabulario, mediante imágenes,
para (la más triste y quizá con mayor probabilidad de consideración de todas),
para entretener y llenar el tiempo. Por este motivo, en muchas ocasiones, las
producciones plásticas en las escuelas no se interpretan y dejan escapar los
aprendizajes que podrían haberse adquirido y desarrollado. Por ello, el Tate
Gallery de Londres, nos aporta una técnica de interpretación del arte, basada
en primer lugar en su principio pedagógico: “El sistema del Moma”. Consiste en
recibir en un primer contacto aquello que se ve, observar y mirar, para luego
reflexionar sobre lo que sugiere la obra artística. Da unas pautas de
interpretación para equilibrar y buscar caminos distintos que condicionen
positivamente a los niños, mediante un proceso de investigación y elaboración.
De esta forma se crean nuevas herramientas para un aprendizaje significativo.
“La mejor interpretación es aquella que mas contribuye al enriquecimiento de la
personalidad de cada uno”. La interpretación se constituye con el choque entre la
intención del autor y la intención del lector. Es un proceso de aprendizaje y
reflexión personal.
El Tate Gallery presenta una
metodología concebida en cuatro marcos. Estos se refieren a unos enfoques
diseñados para fomentar la práctica de la investigación, en la cual la
discusión, el debate y la opinión de cada persona son igual de significantes.
Se utilizan para colocar ideas en cada uno de ellos, las cuales se moverán
entre categorías, con el fin de provocar discusiones de valor. Los marcos son
los siguientes:
Mirar
desde lo personal, responde a la pregunta ¿qué aporto? Lleno de
aspectos propios, de lo que se observa y se encuentra uno al mirar al
interactuar con la obra de arte, da lugar a muchos temas para explorar.
Analizando
el tema, ¿sobre qué trata? Es el marco informativo, la biografía, la
época, el tema, la forma y la técnica.
Mirando
el objeto, ¿qué es lo que puedo ver? Aspectos formales (luz, forma,
materias, procesos…)
Analizando
el contexto, donde se incluye todo lo relacionando con la obra de
arte y el mundo: dónde, quién, cuándo, por qué, etc.
Los “Modos de mirar” como se titula el texto trabajado, define a la
perfección en qué consiste esta técnica, es centrarse en algo concreto desde
una perspectiva, pero sin olvidar el resto de información, enlazándola y
creando una mirada personal y crítica. Podemos utilizar estas técnicas en el
aula para analizar e interpretar no sólo las obras artísticas (trabajadas o
creada por los niños), sino todo el proceso de su creación.
En relación a los textos
trabajados a lo largo de todo este período de tiempo, observo gran relación entre
los procesos de aprendizaje y los proyectos llevados a cabo por Mercè y
Marisol. En esos proyectos, las maestras impregnaban su pedagogía, su forma de
ver la educación, su idea de infancia (tan repetida ya a lo largo de cada uno
de los temas), de “los niños son capaces y construyen sus aprendizajes, siendo
necesaria una intervención del adulto que les proporcione vías y
posibilidades”. Estas maestras que ya trabajan de esta forma tan dispar a como
se concibe la Educación Infantil en las escuelas actuales (que poco a poco va
cambiando y estoy segura de que irá evolucionando con nuevos maestros), son un
ejemplo a seguir, puesto que basaban su trabajo en un proyecto a torno a varios
temas, con distintos caminos, tiempos y espacios; siempre teniendo en cuenta el
proceso que realizaban los niños, el proceso de enseñanza-aprendizaje que es la
educación.
A partir de esta conexión de
conocimientos y de informaciones, es preciso hablar de un elemento fundamental
en la educación, y es el que para conseguir una educación de calidad es
fundamental formar alumnos en valores, sin miedo a la equivocación y con una
mente abierta y creativa. La CREATIVIDAD está ligada a la fantasía, a la
imaginación, pero son conceptos diferentes, este tema me transporta a un
trabajo que realizamos en la asignatura de Organización de la Escuela Infantil,
con el que demostramos que un síntoma de la escasa creatividad en los niños de
hoy en día, es el exceso de juguetes y materiales que “te lo dan todo hecho”,
dictado por la sociedad del consumismo en la que nos encontramos. El problema
es que en la sociedad ¿Qué se entiende por creatividad? ¿Cómo se cree que se
está trabajando esta faceta en las escuelas? ¿Realmente desarrollan la
creatividad de los alumnos esas actividades? Tres chicas de 4º de primaria del
C.R.A. Alto Ara en Torla, nos cuentan lo que saben…
“Somos poco creativas” (Karmen, 8 años). Tras una tarde de juegos, vídeos, explicaciones y diálogos con estas tres chicas, esa es la conclusión a la que llegaron. Entendieron que hacer un trabajo con creatividad es hacerlo diferente a cómo lo harían de normal (Ej. Una camiseta con purpurina)… aunque les costaba pensar e idear un nuevo modelo de camiseta, quizá por la cámara, por el momento, por la escasez de información… pero lo importante es por la falta de mecanismos para desarrollar esa creatividad. Mediante la utilización de técnicas (y con más tiempo) podrían haber diseñado una camiseta llena de creatividad. En cuanto a la forma de “trabajar la creatividad en la escuela” (entrecomillado porque es lo que creen que trabajan), hoy en día se dedican al reciclaje, la reutilización, y el uso de elementos naturales y de bajo coste (gran opción para trabajar valores, ampliar el repertorio de materiales…), sin embargo, no se trabaja puramente la creatividad, puesto que realizan pulseras y objetos, tratando de que parezcan “más bonitos” (la idea de la belleza también está determinada e influenciada por la cultura, al igual de lo que está bien y lo que está mal). En esta escuela utilizan cápsulas de Nespresso® en la asignatura de Plástica en E. P., lo dicen al unísono dándome a entender (por lo menos a mí) que es una asignatura para eso, para hacer manualidades y dibujar. Tras el análisis de la primera parte del vídeo, me viene a la mente la pregunta ¿Cuál es la causa de la falta de creatividad? ¿Cómo podemos cambiar la forma de trabajarla, para conseguir un desarrollo real hacia la creatividad en los niños?
La falta de información y
conocimiento puede ser en las escuelas, pero también influye la concepción de
la sociedad y en especial de los padres. Como decía Willy Wonka en el famoso libro Charlie
y la fábrica de chocolate, “El concepto de padres. Están siempre diciendo
qué hacer o no hacer, y eso no es favorable para una atmósfera creativa”. Es
cierto, pero echando por tierra el mito de “la creatividad y la imaginación se
trabaja de manera libre, con dibujo libre”, tampoco de esta forma se desarrolla
la creatividad de los niños. La crítica a la influencia cultural y social es
una repetición en todo este blog, partiendo de la exposición directa e
indirecta a gráficos e imágenes estereotipadas, lo que hace que el niño busque
en su repertorio de imágenes y en su cultura visual y las reproduzca de manera
similar. Además de la actitud de los padres ante el desconocimiento de
pedagogía (lógica en parte, puesto que no son profesionales, aunque también son
los primeros educadores de sus hijos); hay que tener en cuenta que no es la
única causa de la falta de creatividad. Por lo tanto, es necesario contar con
que la creatividad no se desarrolla en un ambiente libre (puesto que éste no
existe), y conocer y aplicar algunas técnicas de creatividad es bueno para el
desarrollo de ésta.
Existen por ejemplo:
CREATES (1): Técnica a partir de una serie de preguntas o
ideas para investigar. Las preguntas más generales forman el acrónimo
"CREATES". C de Combinar; R de Redistribuir o Revisar;
E de Exagerar; A de Adaptar; T de Transformar; E de
Eliminar; S de Sustituir.
SCMAPER (2): Similar a la anterior. Es una técnica que sigue la
estrategia del Think FLow. En este caso siguiendo el acrónimo SCAMPER se trata
de S: Sustituir; C: Combinar; A: Adaptar; M: Modificar; P: Proponer para otros usos; E: Eliminar; R: Reordenar).
Lluvia de Ideas (Brainstorming) (3): es una de las técnicas más
conocidas y menos usadas eficientemente. Osborn fue el desarrollador de esta
técnica. Su uso, en sus inicios, estaba orientado a la búsqueda de ideas
novedosas en áreas de la publicidad. El procedimiento generalmente consta de
cuatro fases: 1. El grupo aporta ideas sin considerar si
son o no viables, buenas, pertinentes, etc. El facilitado incita a los
participantes a dar ideas anotando todas las aportaciones. No está permitida
ninguna forma de crítica. 2. El grupo se divide en equipos que clasifican y
organizan las ideas. 3. Los equipos evalúan la organización y clasificación de
las ideas, aportando sugerencias para la mejora. 4. En una sesión plenaria se
consideran las ideas creativas y sus posibilidades de implementación.
La aplicación de estas
técnicas en la creación de cualquier proyecto, propuesta o actividad, será
beneficiosa para el desarrollo cognitivo, reflexivo y creativo del niño. Porque
crear una ATMÓSFERA CREATIVA es necesario para el desarrollo integral. Debemos buscar nuevas y mejores maneras de formar a
nuestros alumnos. Debemos encontrar métodos creativos para satisfacer sus necesidades. Utilizar estrategias innovadoras para
lograr hacer más con menos.
Pensar,
repensar, arriesgar, proponer, idear, modificar, cambiar, sustituir, mejorar,
combinar, actuar DE FORMA ORIGINAL Y DIFERENTE para CREAR. ACTUAR PARA CREAR.